¿Una ley mordaza para los blogs de turismo?
Ya viene siendo un poco cansino tener que hablar semana si semana también de las opiniones de cierto sector de la industria sobre este nuevo (ya no tan nuevo, la verdad) turismo 2.0. El posicionamiento anticuado y desfasado de ese sector no hace sino corroborar que en el sector turístico no se innova.
Ahora bien, ayer se produjo un hecho que por producirse donde se produce creo que es más grave. En la Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo se ha propuesto "controlar" las opiniones de los blogs de viajes.
En primer lugar porque reflejan la opinión de esta parte del sector de que la información les pertenece. En un entorno tan dinámico como el actual estos señores siguen viviendo en la era analógica, o como mucho 1.0, en la que la información iba siempre en una sola dirección y donde era imposible saber de un destino más de los que permitían productores e intermediarios.
En segundo lugar porque demuestra que estos señores no se han enterado de nada, no saben siquiera qué está pasando y quieren poner puertas a un campo en el que han de vivir por poco que les guste. No estamos en un entorno optativo en el que se entra o no a gusto de cada uno, está aquí para quedarse y somo nosotros los que debemos adaptarnos a él, no adaptarlo a nuestros gustos. En lugar de tratar de ver las enormes posibilidades y oportunidades que ofrece el turismo 2.0 se enrocan en una actitud defensiva que poco tiene de práctica y menos de inteligente.
En tercer lugar minusvaloran la inteligencia del cliente. Pensar que un turista va a limitarse a creer a pies juntillas la primera opinión negativa que lea de un destino es, sobre todo, no conocer a sus clientes, y eso es grave.
En el fondo lo que hay aquí es miedo, miedo a lo desconocido y a lo que no se puede controlar. La red no es sino un gran altavoz que potencia actuaciones que se vienen realizando desde decenios. Como el boca-oreja. Los blogs, las comunidades y otros recursos de información bidireccional, sólo son eso, gestores del boca-oreja con las tecnologías actuales. Lo que pasa es que antes el boca-oreja se podía controlar. El viejo axioma de que un cliente satisfecho se lo dice a 5 y uno insatisfecho a 15 ya no vale, ahora los valores se han de multiplicar por mil, diez mil o un millón, y eso ya no se puede controlar, al menos no del modo habitual de ignorarlo.
Es muy revelador el lenguaje que utiliza el sr. Mirones. "Regular los blogs", es decir, controlar. "No se trata en absoluto de censurar, sino de que las grandes compañías tecnológicas establezcan mecanismos de control que eviten la proliferación de opiniones interesadas en internet", es decir, censurar. La verdad es que estas declaraciones quitan caretas y demuestran que queda mucho por hacer para que el sector sea capaz de comprender dónde se encuentra y hacia dónde ha de ir.
Ahora bien, ayer se produjo un hecho que por producirse donde se produce creo que es más grave. En la Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo se ha propuesto "controlar" las opiniones de los blogs de viajes.
"El presidente del Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), Miguel Mirones, afirmó en este foro que en las páginas en las que cualquier persona puede verter sus criterios subjetivos sobre los destinos a los que ha viajado, a menudo aparecen opiniones interesadas de gente que nunca ha estado en el lugar del que habla. A juicio del presidente del ICTE, una persona que busca información en internet para organizar su viaje no sabe si la gente que manifiesta su criterio subjetivo sobre un hotel o un destino ha disfrutado realmente de los servicios y productos de los que opina o si lo hace con fines comerciales. Una situación dice, ante la cual los empresarios se sienten indefensos. Por eso, proponen regular los blogs de manera que exista un compromiso ético por parte de sus promotores de buscar una herramienta que garantice la credibilidad de las opiniones que en ellos se vierten. Mirones asegura que no se trata en absoluto de censurar, sino de que las grandes compañías tecnológicas establezcan mecanismos de control que eviten la proliferación de opiniones interesadas en internet."Es desalentador escuchar este tipo de opiniones por varias razones.
En primer lugar porque reflejan la opinión de esta parte del sector de que la información les pertenece. En un entorno tan dinámico como el actual estos señores siguen viviendo en la era analógica, o como mucho 1.0, en la que la información iba siempre en una sola dirección y donde era imposible saber de un destino más de los que permitían productores e intermediarios.
En segundo lugar porque demuestra que estos señores no se han enterado de nada, no saben siquiera qué está pasando y quieren poner puertas a un campo en el que han de vivir por poco que les guste. No estamos en un entorno optativo en el que se entra o no a gusto de cada uno, está aquí para quedarse y somo nosotros los que debemos adaptarnos a él, no adaptarlo a nuestros gustos. En lugar de tratar de ver las enormes posibilidades y oportunidades que ofrece el turismo 2.0 se enrocan en una actitud defensiva que poco tiene de práctica y menos de inteligente.
En tercer lugar minusvaloran la inteligencia del cliente. Pensar que un turista va a limitarse a creer a pies juntillas la primera opinión negativa que lea de un destino es, sobre todo, no conocer a sus clientes, y eso es grave.
En el fondo lo que hay aquí es miedo, miedo a lo desconocido y a lo que no se puede controlar. La red no es sino un gran altavoz que potencia actuaciones que se vienen realizando desde decenios. Como el boca-oreja. Los blogs, las comunidades y otros recursos de información bidireccional, sólo son eso, gestores del boca-oreja con las tecnologías actuales. Lo que pasa es que antes el boca-oreja se podía controlar. El viejo axioma de que un cliente satisfecho se lo dice a 5 y uno insatisfecho a 15 ya no vale, ahora los valores se han de multiplicar por mil, diez mil o un millón, y eso ya no se puede controlar, al menos no del modo habitual de ignorarlo.
Es muy revelador el lenguaje que utiliza el sr. Mirones. "Regular los blogs", es decir, controlar. "No se trata en absoluto de censurar, sino de que las grandes compañías tecnológicas establezcan mecanismos de control que eviten la proliferación de opiniones interesadas en internet", es decir, censurar. La verdad es que estas declaraciones quitan caretas y demuestran que queda mucho por hacer para que el sector sea capaz de comprender dónde se encuentra y hacia dónde ha de ir.
Etiquetas: Blog, Censura, libertad de opinión
4 comentarios:
Ayer replique una noticia que debia haber aparecido hoy en Hosteltur y me comunican que no aparecera ya que las fuentes de la misma no eran "fiables".
Se trata de la misma noticia que tu comentas y voy a exponer aqui lo que alli no saldra.
Estoy en tu misma linea y mi respuesta se acerca muchismo a la tuya.
Dice asi:
Es lógico que se tengan temores ante lo desconocido.
Cuando un cliente sale insatisfecho de algún establecimiento o servicio, sencillamente lo cuenta, para evitar que otros caigan en el mismo error, antes esto se producía en el bar, en la oficina, en la familia, etc. era de viva voz, entre personas, ahora también solo que repercute a mas gente, que no significa que todos los que lo lean sepan ni siquiera de que estamos hablando.
Pero entiendo que da miedo.
El mismo miedo que debería dar de no existir el medio.
Las empresas solo han de hablar un lenguaje, hacerlo bien.
Una vez más, se antepone el énfasis en la repercusión ante la obligación de hacer las cosas bien, acabaremos matando al mensajero.
Entiendo que para aquellas personas que han controlado la actividad turística, propicie pavor lo desconocido, mi recomendación es ante todo tratar de entender que significa un entorno 2.0, valorarlo, y solo después podrán tomar una decisión para su negocio, nadie les obliga a formar parte de un entorno 2.0.
Un detalle, quieran o no, las personas seguirán haciendo comentarios, aunque ustedes no lo deseen, mi recomendación es que le pongan los medios al alcance y solo así al menos sabrán de que están hablando y les servirá para moderar y rectificar si se da el caso.
"Nada les dará mas información que una conversación con sus clientes, (algunos pagan por ello) ahora que lo pueden tener GRATIS, ¿lo quieren defenestrar?"
Cuando en una comunidad digital se dice algo en que la mayoría no esta de acuerdo, porque también conocen de lo que se habla, la misma comunidad se encarga de silenciar a los “provocadores”, como en la vida, la verdad acaba saliendo.
Es así de sencillo.
Un poco mas de información al respecto no vendría nada mal
Gracias juan por compartir las mismas inquietudes, felicidades por el post.
Un abrazo.
Gracias, Joan. Como siempre enriqueces el debate.
Supongo que todos andamos bastante de acuerdo. Da la impresión de que alguien está preparando un decálogo para nosotros; pues que preparen lo que quieran porque no van a cambiar nada.
Es como si ante el advenimiento de la imprenta hubiera que llamar a la inquisición para juzgar a todo aquel que publicara libros.
Evidentemente se trata del miedo a lo desconocido. No hay nada como inventarse enemigos para desatar guerras que justifiquen el poder.
Como si la única información fiable fuera la que procede de los propios empresarios.
Creo que parten de un error importante. Intentaré explicarlo de forma que se entienda claro. Miraré de hacerlo lo mejor que pueda. Contesto en mi blog en cuanto pueda. Ahora me voy al curro, pero contesto hoy mismo en mi blog.
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