lunes, febrero 05, 2007

¿Asociarse o morir?

En le número 156 de la revista Hosteltur hay una interesante entrevista a Antonio Catalán, presidente de AC Hotels. La afirmación que más me ha llamado la atención es la que recoge el titular, "en los próximos años habrá un traslado de hoteles individuales hacia las marcas", para luego añadir en la entrevista, "Cuando coges un catálogo de una asociación encuentras establecimientos de calidad muy diversa. La marca tiene que ser algo más. Creo en la marca más que en la asociación, que se trata más de un tema de defensa contra el intermediario por una parte, y de venta por otra."
Viene esto a colación por la entrada del otro día sobre PQliar, y en general sobre este tipo de asociaciones que tratan de crear una marca cogida con alfileres.
Sin lugar a dudas va a ser muy difícil a los hoteleros independientes competir a no ser que consigan asociarse creando una marca que funcione, es decir, una marca que recoga elementos comunes a todos los asociados y no se limite a un ejercicio de voluntarismo y, sin duda, buenas intenciones pero que no van más allá de una asociación con un tenue barniz de marca.
Aunque cabe la otra posibilidad, la de mantenerse en solitario siempre que nuestro establecimiento sea, como dice Antonio Catalán, un "hotel destino", o un hotel con personalidad.
Si elegimos este camino bueno será cambiar la mentalidad y convertirse en un artesano. Es una interesante via no sólo de supervivencia, sino también de éxito. Como dice Dawn Rivers Baker, recogido en el blog de Julen, "La mayoría de sus propietarios no quieren ser burócratas, sino artesanos. Cuando una empresa crece más allá de un cierto tamaño es necesario ampliar la administración, la supervisión de los empleados y, en general, todas las áreas de la organización, lo que obliga al empresario a alejarse de aquello que fabrican, producen o hacen. Y ése fue precisamene el origen del porqué decidió montar su propia empresa: para tener un control muy cercano de la producción. Hay algunas personas a las que les gusta la gestión y otras que sólo quieren ganar mucho dinero. Pero la mayoría de las personas con las que yo me he topado y que dirigen microempresas las crearon porque su trabajo no les compensaba y porque querían más alicientes en su carrera que el dinero. Mi experiencia me dice que los propiertarios de microempresas no son máquinas sedientas de ganar dinero sino que abrazan conceptos más humanos. Tienen una concepción del trabajo como parte de la vida."
En el fondo es la filosofía que siguen los hoteleros de los hoteles rurales. Tal vez sería interesante trasladar su filosofía a otro tipo de hoteles (urbanos, de sol y playa...).
Desde luego creo que cualquiera de las dos vias, marca o artesanía, son más válidas que la simple asociación. ¿O no?

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