Creemos empresas que permanezcan, ¿improvisamos?
¿Qué es un hotel sino una organización en constante estado de improvisación? No hacemos tuercas, ni fabricamos casas, ni hacemos reformas que tengan que estar listas a una fecha determinada. Nos limitamos a atender los deseos de los demás, de los invitados. Creamos emociones.
Si alguien es capaz de crear una planificación en torno a esto que me lo diga, desde ya es mi gurú oficial. Nos movemos en un entorno de incógnitas e incertidumbres, lo mejor que podemos hacer es reconocerlo.
¿Por qué no creamos unas lineas básicas de negocio e improvisamos lo demás? ¿Por qué no reconocemos que nuestros clientes nos piden la improvisación y la sorpresa?
No disponemos de todos los datos, las variables son infinitas y el futuro es el micromarketing, mejor dicho, el micromarketing emocional. Que alguien me diga cómo se planifica eso.
Debemos mejorar la visión de nuestro entorno y alejarnos de visiones cuantitativas buscando enfoques cualitativos. Partamos de lo global para llegar a lo particular y luego improvisemos.
Y una vez iniciado el camino, debemos ser capaces de mejorar, de corregir nuestros errores y aplicar las revoluciones que sean necesarias, como ahora.
Estamos en época de revolución, de cambio. Los parámetros anteriores no sirven, el poder ya no lo tenemos nosotros, aceptémoslo. Pero aceptémoslo ya y seamos capaces de comprender que nos movemos en un nuevo entorno.
Sé que esta entrada me ha salido un poco difusa, como si los pensamientos no llegaran a ser del todo míos y flotaran libres en torno a mí. Es cierto, estoy en periodo de adaptación. Estoy tratando de comprender dónde me encuentro e improvisando una estrategia para permanecer... y triunfar.
(Esta entrada está inspirada en la lectura de los magníficos blogs de Isaac, Julen y Juan y, por qué no decirlo, una incipiente somnolencia fruto de una larga jornada y unas horas ya un tanto intempestivas. Sin embargo, estoy seguro de que mañana, cuando relea esta entrada subscribiré de pe a pa todo lo dicho. ¿Qué le vamos a hacer? soy un poco obstinado en mis creencias.)
3 comentarios:
Gracias una vez más por tus menciones. Me parece muy importante lo que dices y creo que esa misma sensación de estar hablando sobre algo "difuso" nos invade a todos los que tenemos interés en acotar este tema. Creo que el tener la sensibilidad y mostrarse atentos a este asunto ya es un paso. Por concretar, como dice PERE, en mi último post me lanzo a una odisea con el "test marketing emocional", en fin, como digo no pretende ser cátedra, sólo un pasito hacia la concreción. Genial tu blog, como siempre.
La verdad es que creo a pies juntillas que el futuro de nuestro sector será servir al cliente emociones y no alquileres de camas, pero ¿crees de verdad que ahora lo estamos haciendo? yo creo que no. Efectivamente la cantidad por ahora está a años luz de la calidad, no fabricamos tuercas pero lamentablemente parece que explotamos los negocios hoteleros como si fueran tuercas.
Las decisiones tomadas con el estómago suelen ser todas buenas, creo en ellas y practico, y por tanto creo en la improvisación, pues como bien dices en la hostelería en imposible controlar todas la variables.
Magnifico post, como siempre.
Salu2. Jordi
Isaac, creo que es necesario partir de la inmaterialidad de la idea para llegar a la concreción de, por ejemplo, tu test. Al fin y al cabo manejamos emociones.
Jordi,creo que tienes razón, no estamos enfocando correctamente nuestro trabajo, en realidad no entendemos qué producto vendemos.
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