La Pirámide de Maslow y el ciclo vital del turista.
No estoy seguro de que la industria turística y los turistas estén en los mismos parámetros de pensamiento. Viendo la Pirámide de Maslow se me hace más obvio.
Recuerdo que antes el turista buscaba el descanso como componente fundamental de sus vacaciones. Un entorno tranquilo, buena comida y algo de socialización, punto. Ahora no, ahora busca algo más. Lo que no estoy tan seguro es que la industria turística lo haya comprendido.
Miremos a Maslow. En su famosa pirámide hay 5 niveles que reflejan las fases del desarrollo vital de un ser humano. Si tuviera que pronunciarme juraría que un destino se centra sobre todo en satisfacer las tres primeras: fisiológicas, de seguridad y de socialización; en cambio tengo la sensación de que el turista ya está reclamando las tres últimas: socialización, reconocimiento y autorealización.
Somos más complejos, reclamamos un turismo experiencial y buscamos un entorno activo. Buscamos un nuevo turismo que nos alimente integralmente, y sabemos que existe, por eso lo buscamos. Sólo falta que seamos capaces de ofrecerlo.
Recuerdo que antes el turista buscaba el descanso como componente fundamental de sus vacaciones. Un entorno tranquilo, buena comida y algo de socialización, punto. Ahora no, ahora busca algo más. Lo que no estoy tan seguro es que la industria turística lo haya comprendido.
Miremos a Maslow. En su famosa pirámide hay 5 niveles que reflejan las fases del desarrollo vital de un ser humano. Si tuviera que pronunciarme juraría que un destino se centra sobre todo en satisfacer las tres primeras: fisiológicas, de seguridad y de socialización; en cambio tengo la sensación de que el turista ya está reclamando las tres últimas: socialización, reconocimiento y autorealización.
Somos más complejos, reclamamos un turismo experiencial y buscamos un entorno activo. Buscamos un nuevo turismo que nos alimente integralmente, y sabemos que existe, por eso lo buscamos. Sólo falta que seamos capaces de ofrecerlo.
Etiquetas: Maslow, turismo de la experiencia
5 comentarios:
Estimado sr. Sobejano le felicito a ud por tomar nota de los cambios y las tendencias antes que estas las descubra un "americano" que se lo lleve muerto y a forrarse dando conferencias.
Quiero añadir que no solo estoy de acuerdo sino que es modificable o introducible un nivel vertical donde diga EMPATIA . Dicho nivel de arriba abajo llegaría hasta el nivel básico de la piramide.
un cordial saludo y gracias por tan interesante apreciación .
Qué educado y formal!! Estás malito, Marcos? :)
Me parece interesante lo dela empatía, habrá que darle vueltas a ver
Muy buena la anlaogia, Juan!
Desde luego... cada día nuestras expectativas son más altas y lo que estamos dispuestos a pagar más bajo.
Un saludo.
Noelia
Hola Juan,
Enhorabuena por el interesante artículo. Quisiera añadir lo siguiente:
Alojamiento en hoteles: De las estancias a las experiencias
Uno de los interesantes debates que se plantean actualmente es sobre lo que busca realmente un cliente al alojarse en un hotel, si busca sentirse como en casa o si por el contrario lo que quiere es un escape, vivir una experiencia diferente de su rutina diaria. Yo personalmente me inclino por esta segunda opción, y creo que supone una de las oportunidades de innovación más interesantes que se presentan actualmente en la gestión hotelera.
Si queremos la máxima satisfacción del cliente, hoy en día ya no es suficiente ofrecer únicamente un lugar para dormir, una noche de hotel ya no es solo estar en una habitación bonita, limpia y confortable (eso es algo que se da por supuesto) sino que también es necesario proporcionar además una experiencia única e irrepetible. Mucho más que una simple estancia, debe convertirse en un acontecimiento memorable.
En nuestra sociedad del bienestar tenemos las necesidades básicas cubiertas (sanidad, educación, alimentación, seguridad), lo que se demanda entonces es la satisfacción de las necesidades emocionales. Algunos autores consideran que hemos pasado de la sociedad de la información a la sociedad emocional (o sociedad del sueño/ dream society)
Básicamente de lo que se trata es de ofrecer un servicio personalizado, hecho a medida, proporcionar la sensación de que cada huésped es exclusivo y sobre todo, poner en el centro de nuestros esfuerzos la satisfacción de las necesidades emocionales del cliente. Este hecho abre a las instalaciones hoteleras y a los servicios que en ellas se prestan toda una serie de oportunidades que se pueden resumir en tres aspectos: la forma en que proyectamos y decoramos las instalaciones, la relación con los clientes y la manera de comunicar y vender.
Perdón por la extensión.
Salu2
Ramon
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