miércoles, abril 16, 2008

Defíneme "Turismo".

Hace poco publicaba Joan Gou un magnífico artículo ¿Por qué mi país no funciona?, en el que denunciaba la actitud de las administraciones ante los constantes problemas de infraestructuras que padece el país. Él lo circunscribe a Cataluña, pero se puede hacer extensivo al resto del estado. Dice Joan:

"Mi país en estos momentos, tiene un serio problema de agua (como gran parte de España), de cercanías, de redes viarias, de energía (electricidad), comunicaciones, en definitiva de servicios para la buena prestación de servicios a los turistas que depositan la confianza con su elección, para disfrutar las vacaciones, seminarios, congresos, etc.
Lo que acabo de describir aparece diariamente en prensa escrita y medios de comunicación, es público el déficit acumulado en estas materias, sin embargo no he oído líder político alguno, ni al cabeza de departamento hacer mención en clave turística, excepto unas breves declaraciones en una televisión autonómica en la que aconsejaba silenciar la evidencia para no crear alarma.
Mi pregunta desde hace tiempo viene siendo la misma ¿Cuál seria mi actitud como usuario/cliente, al ver diariamente en la prensa que el destino elegido para mis vacaciones no me ofrece garantías?, la respuesta aparece por si misma.
¿A que “declive” debemos esperar, para movilizar y concienciar a los dirigentes de la importancia capital de que para que todo funcione es necesario actuar con contundencia e inmediatamente?"



Desde siempre se ha estudiado en las carreras universitarias de turismo que hay que dividir entre lo propiamente turístico y el entorno, entre el producto turístico y lo que facilita su creación y disfrute. Creo que es un error grave, sirve para construcciones teóricas y análisis más o menos argumentados, pero la realidad es muy distinta. La realidad es que todo es turismo.


Un visitante no va a distinguir entre lo turístico y su entorno, sino que va a juzgar la experiencia global y completa que viva en nuestro país. Un destino no es un agregado de agentes para el turista, es un todo.


Ya hablé en una ocasión de la seguridad de compra y de la seguridad jurídica como valores fundamentales para el turista. Podemos hablar de seguridad de servicios, o de calidad de infraestructuras, es igual, el fin es el mismo: que las cosas funcionen. Porque si uno de los valores fundamentales que nos diferencia de los destinos emergentes de nuestro entorno son estas seguridades y empiezan a fallar, es muy posible que dejemos de tener el papel que tenemos a nivel internacional.


Por eso cuando alguien pregunta qué es turismo tal vez la respuesta correcta deba ser todo lo que el visitante ve, toca, disfruta e interactua en un destino, es decir, todo. Porque ya es hora que empecemos a pensar en clave de cliente y no en clave industrial. No hay compartimentos en el fenómeno turístico, todo forma parte de ese turismo experiencial que tanto predicamos.

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