jueves, mayo 15, 2008

Más trasvases.

Interesante reflexión de Esther Mascaró a partir de unas declaraciones de Manuel Pastrana, responsable de turismo de UGT Andalucía, que defiende el trasvase de trabajadores de la construcción al sector turístico.
Dice Esther: "Es evidente que un albañil puede convertirse, un día, en un buen camarero. Pero esto no sucede por arte de magia y como los sindicatos, la Administración y las empresas no espabilen con la formación, el futuro pinta negro. La hostelería no tiene que esperar a que haya una crisis en la construcción para disponer de mano de obra. Y aún así, el problema de la falta de formación sigue siendo el mismo, si no peor".

En una industria como la turística en la que tradicionalmente hay un profundo déficit de formación y en el que los camareros son considerados más transportistas que otra cosa, no parece aceptable un mero trasvase laboral si no hay un plan de formación y reconversión adecuado.

Uno tiene la sensación de que el sector turístico es la niña tonta de la economía española, que lo mismo sirve para un roto que para un descosido y que ha de callar y aguantar.

Lo alarmante es que los empresarios deben estar encantados. Hay un déficit evidente de mano de obra en el sector (o lo ha habido hasta ahora) y la llegada de nuevos trabajadores es una bendición, si además aceptan sueldos bajos y amplios horarios por la situación de necesidad en que se encuentran mejor que mejor.

No se puede solventar un problema endémico de falta de mano de obra y formación con una solución provisional en la que cuando mejore la situación económica los que han venido al sector vuelvan a la construcción u otros sectores mejor pagados y reconocidos.

Urge un profundo análisis crítico de los RRHH turísticos, más allá de incluirlos en planes globales en los que se pierden entre otras acciones que para los dirigentes turísticos parecen más importantes.

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