domingo, febrero 18, 2007

Divagaciones


En ocasiones me gusta divagar. Dejar fluir mis pensamientos sin motivo ni rumbo fijo. Como ahora. Dependiendo de mi estado de ánimo pueden ser más o menos optimistas, pero siempre es interesante dejarse llevar.

Yo llevo varios días, por ejemplo, con un pensamiento recurrente. Me refiero a las críticas que está teniendo Mel Gibson por su última película, Apocalypto. Dicen que es de masiado violenta, que refleja unos pueblos demasiado sanguinarios, y claro, sus descendientes se quejan.

Curiosa reacción. Personalmente creo que se ha quedado corto. ¿O es que alguien es capaz de creer que en aquella época y en aquellas condiciones los que las sufrían no eran capaces de actuar así? Así y peor, ya digo. Marvin Harris, el creador del materialismo cultural, decía que las tradiciones y costumbres culturales estaban determinadas por las condiciones del entorno. Más concretamente trataba el caso del canibalismo de las pueblos sudamericanos y veía su explicación en la ausencia de animales grandes en las selvas en las que vivían. Esto hacía que tuvieran deficiencia de proteína animal, por lo que se introdujo paulatinamente el canibalismo tiñéndolo de una justificación cultural a base de ritos y sacrificios a los dioses que, inconscientemente, tenía en realidad otros motivos.

Lo que nos pasa en realidad es que pretendemos juzgar civilizaciones antiguas con valores éticos actuales. Y eso es un error. Porque el hombre, gracias a Dios, no sólo ha evolucionado tecnológicamente, sino también moralmente. Hoy en dia Hernan Cortés sería un genocida, entonces fue un heroe.

Evolucionamos, y con nosotros evoluciona nuestro entorno. Creamos nuevas realidades sociales y las que ya existían adquieren una nueva dimensión. Como el turismo. El turismo actual no se parece en nada al de hace 30 años, y no se parecerá en nada al de dentro de otros 30. Es más, creo que va cambiando incluso año a año. Y debemos ser conscientes de ello.

Debemos posicionarnos en el mundo conociendo las claves en las que nos movemos. Y debemos ser también un factor de cambio. Porque en ocasiones las claves no son las deseables, y debemosluchar por cambiarlas por nosotros mismos. Sé que estoy siendo muy genérico, pero ahora no me apetece concretar más. De todos modos quien lea habitualmente este blog sabrá por dónde van los tiros.

En fín, divagaciones. Inocentes o llenas de segundas intenciones. No sé, tal vez las repita, o tal vez no. Depende de ellas.

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