Somos adictos al poder.
¿Qué es lo que nos hace visitar un blog? ¿Tal vez sus contenidos? ¿La importancia de los trabajos de su autor? ¿La cantidad de información que transmite?
En ocasiones sólo el poder, el poder entendido como supuesta auctoritas que emana del autor del blog. Hace poco uno de los blogs de El Mundo subía una entrada pidiendo a los lectores que nombraran blogs sobrevalorados. En la lista están algunos de los más exitosos en lengua española.
Hace unos días Edu comentaba acertadamente del error que supone identificar ser un referente con tener muchos clicks en nuestra página.
Viene todo esto a raiz de la visita al blog de la nueva ministra de igualdad, Bibiana Aido, Amanece en Cadiz. Es curioso observar su evolución.
Uno se pregunta si es que éste es un blog magnífico que no hemos podido descubrir hasta ahora, pero no, es un blog correcto, casi un diario personal. Y reconozcámoslo, su autora no ha hecho nada todavía para que se siga su mensaje a este nivel. Al final las únicas respuestas posibles a este cambio son por un lado la curiosidad y por otro la atracción por el poder. El poder en sus más diversas formas.
En España hay muchos blogs sobrevalorados, muchos blogs que no aportan nada pero que están en los primeros puestos de cualquier ranking. Posiblemente este blog que ahora leeis tambien lo esté, no sé, de todos modos creo que deberíamos ser más críticos y ser más selectivos a la hora de otorgar la reputación a según que autores, es un concepto demasiado valioso como para regalarlo así como así.
Etiquetas: Blog, reputacion on line
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