lunes, noviembre 27, 2006

¿Cultura o folclore?

La Diputación de Alicante está preparando un desfile de moros y cristianos para el próximo FITUR. Algunos ya han criticado esta iniciativa alegando que se fomenta y promociona el folclore, no la cultura. Señalan que mediante estas promociones no se busca el turismo de calidad.
No estoy de acuerdo en absoluto con dicha afirmación. En primer lugar porque la división entre cultura y folclore me parece artificial y esnob. ¿Quién dice que el folclore no es cultura? Cualquier teoría antropológica criticará esta afirmación. Yo la calificaría de etnocentrismo social, elitismo que pretende distinguir entre cultura buena y folclore malo.
Parece que debiéramos esconder nuestras manifestaciones ancestrales como representación de una supuesta debilidad cultural. No somos Salzburgo ni Viena, con sus conciertos y valses, ni lo pretendemos. Nuestro folclore forma parte de nuestra diferenciación, de nuestro valor añadido como destino, y no sólo debemos promocionarlo, sino fomentarlo.
Ya he escrito varios artículos en los que relacionaba la cultura con el turismo (aquí, aquí y aquí), y en todos se aprecia una cierta relación entre Cultura (con mayúscula) y cultura. Podemos ponerle el apellido que queramos pero la cultura no deja de ser una manifestación popular. Hace dos siglos la ópera era un acontecimiento multitudinario y los estrenos de Verdi llenaban palcos, plateas… y gallineros. Hoy la ópera es más o menos minoritaria y sigue siendo una manifestación cultural de primer orden. Los desfiles de moros y cristianos, los sanfermines, las fallas de Valencia, la Semana Santa, son manifestaciones populares y espectáculos impresionantes, son cultura.
Defender que un concierto de Pavarotti es mejor que uno de Camarón es ser un miope cultural, independientemente de los gustos musicales de cada cual.
Debemos fomentar y mejorar la promoción de nuestras tradiciones, fomentando nuestra idiosincrasia y haciendo de ellas un valor añadido que favorezca nuestra diferenciación.
Este puede ser y es un instrumento fundamental para romper la estacionalidad que padecen muchos destinos.

1 comentarios:

Blogger Javier Varela ha dicho...

Pienso que no se podía explicar de mejor manera. ¿quién marca la línea entre la cultura y el folclore? La verdad es que siempre tiene que haber críticas para todo. Un saludo.

4:34 p. m.  

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