Etica y turismo
Jorge Gobbi, como ven una verdadera fuente de información y opinión, publica una entrada muy interesante. Habla en ella de los viajes que algunas organizaciones o destinos han pagado últimamente a algunos blogeros para que hablen bien de ellos, de modo que estos lo hacen sin indicar que son pagados por sus opiniones.
Por otro lado señala que es un error decir que el blog es periodismo.
El artículo tiene una densidad que permite sacar varias conclusiones.
Por un lado es un hecho que cada vez se tienen más en cuenta las opiniones del los blogeros (de ciertos blogeros más bien). La capacidad que tienen estos de multiplicar exponencialmente su audiencia les hace ser un canal de primer orden. Isaac Vidal ha publicado un interesante artículo al respecto. Sin embargo a nadie se le escapa que no existe un comportamiento ético homogeneo en su funcionamiento. Bloguero puede ser cualquiera, y cada uno será hijo de su propia ética.
Si creemos a pies juntillas las OPINIONES que se vierten en los blogs caemos en el error de darles la categoría de absoluto a lo que es relativo y partir de premisas falsas para nuestros razonamientos. No es extraño encontrar opiniones contrapuestas sobre un mismo producto (aquí y aquí).
Efectivamente, el blog no es periodismo, es opinión, y como tal ha de ser tenido.
El turismo ha utilizado desde hace mucho tiempo el recurso a los viajes de familiarización, y se seguirán usando. Supongo que estos son la traslación al periodismo del viaje de blogeros antes reseñado. Pero si tratamos de falsear la opinión de los periodistas que nos visitan caeremos en la misma trampa que esos hoteles que "compran" su certificado de calidad o esa estrella de más que le faltaba por lucir a la entrada.
Por cierto, la imagen no tiene nada que ver con la entrada, es que me gusta Klim ;)
Por otro lado señala que es un error decir que el blog es periodismo.
El artículo tiene una densidad que permite sacar varias conclusiones.
Por un lado es un hecho que cada vez se tienen más en cuenta las opiniones del los blogeros (de ciertos blogeros más bien). La capacidad que tienen estos de multiplicar exponencialmente su audiencia les hace ser un canal de primer orden. Isaac Vidal ha publicado un interesante artículo al respecto. Sin embargo a nadie se le escapa que no existe un comportamiento ético homogeneo en su funcionamiento. Bloguero puede ser cualquiera, y cada uno será hijo de su propia ética.
Si creemos a pies juntillas las OPINIONES que se vierten en los blogs caemos en el error de darles la categoría de absoluto a lo que es relativo y partir de premisas falsas para nuestros razonamientos. No es extraño encontrar opiniones contrapuestas sobre un mismo producto (aquí y aquí).
Efectivamente, el blog no es periodismo, es opinión, y como tal ha de ser tenido.
El turismo ha utilizado desde hace mucho tiempo el recurso a los viajes de familiarización, y se seguirán usando. Supongo que estos son la traslación al periodismo del viaje de blogeros antes reseñado. Pero si tratamos de falsear la opinión de los periodistas que nos visitan caeremos en la misma trampa que esos hoteles que "compran" su certificado de calidad o esa estrella de más que le faltaba por lucir a la entrada.
Por cierto, la imagen no tiene nada que ver con la entrada, es que me gusta Klim ;)
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