miércoles, octubre 24, 2007

El empleado tóxico.

Estoy leyendo ultimamente muchos artículos y referencias sobre el empleado tóxico. Entendemos por tal al empleado cuya actitud afecta para mal al resto del equipo de forma consciente.
Un artículo de Expansión & Empleo describe los 7 tipos de empleados tóxicos que podemos encontrar: el provocador de conflictos, el que se escaquea y holgazanea, el incompetente, el que roba y miente, el que pierde el tiempo de forma intencionada, el que complica la vida al jefe conscientemente y el arrogante. Ni que decir tiene que la posesión de una de estas características no excluye la posesión de otra u otras.
Es fundamental atajar cuanto antes este problema puesto que la existencia de este tipo de trabajadores afecta tanto al funcionamiento del grupo como, en turismo, la imagen de la empresa. Se le podría definir como un empleado terrorista, puesto que puede conscientemente afectar la imagen del hotel ante los clientes con acciones o comentarios encaminados a tal fin.
Sin embargo yo me hago una serie de preguntas de difícil respuesta.
¿El empleado tóxico nace o se hace? Porque, siendo el principal responsable el trabajador, no podemos olvidar la posible responsabilidad de la empresa. Promesas no cumplidas, expectativas que no se materializan, malas condiciones de trabajo, sueldos pobres, ausencia de un trato correcto... pueden mutar al posible buen empleado en un trabajador decepcionado y poco o nada motivado.
A raíz de la pregunta anterior, ¿el empleado tóxico lo es siempre o depende del entorno? Tal vez en otra empresa o con otro trato y condiciones ese mismo empleado fuera capaz de desarrollar unas cualidades no manifestadas hasta ahora.
Supongamos que el empleado tóxico se manifiesta incluso antes de entrar a trabajar en la organización, ¿se han dispuestos las herramientas necesarias para detectar este tipo de empleados, definiendo el puesto de trabajo a cubrir, las características deseables del trabajador y efectuando adecuadas entrevistas de trabajo? De nada sirve decir que "se nos ha colado un tóxico" si no hemos puesto las medidas preventivas para que eso no ocurra, medidas que por otro lado deberían ser el abc de la gestión de RRHH en cuanto a la contratación de nuevos trabajadores.
La mayoría de las empresas padecen este tipo de trabajadores una u otra vez, sin embargo conviene analizar las razones del mismo y hasta qué punto existe una cierta responsabilidad por parte de la empresa, y actuar en consecuencia. Indudablemente un trabajador tóxico no puede permanecer en la organización y de una u otra forma es necesario eliminar su mala influencia sobre el resto de los trabajadores y sobre los clientes.

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5 comentarios:

Blogger jordi ruiz ha dicho...

Hola Juan,

Pienso que el empleado tóxico existe lamentablemente en nuestra sociedad, de la misma manera que existe el compañero toxico, la pareja tóxica ... en general: la persona tóxica.
Si bien no es menos cierto que en un porcentaje muy alto son los propios empleadores los que crean la toxicidad en sus trabajadores por los motivos que mencionas. La clave está en lo de siempre, en lo que siempre mencionas en tus entradas: la política de RRHH y la formación, piezas claves para la gestión de la empresa, las siempre olvidadas e improvisadas.
Salu2
Jordi

6:25 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Es cierto Jordi, creo que este es un problema muy complejo como para limitarse a echar la culpa al empleado o al empleador. Lo que pasa es que en los artículos que leo no veo ese análisis complejo sino la superficialidad de culpar sólo al trabajador.

6:59 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Ante la pregunta de si ¿nace o se hace? será mejor que sea que "se hace". Porque si fuese que "nace", entonces tendríamos que despedir a todos los responsables de selección, uno a uno.

Ahora bien, cuando decimos que "se hace" hay que tener claro que las personas "nos hacemos" por distintas vías. Es ahí dónde deberán trabajar al unísono selección, formación y dirección.

7:31 a. m.  
Blogger Anna Soliguer ha dicho...

Hola Juan

Creo que el empleado tóxico aparece por adaptación al entorno. Es una estrategia de supervivencia.
En empresas con buenos departamentos de RRHH, esto no pasa o si pasa, es controlable y direccionable.
Los que se encuentran en la jungla laboral compuesta por espabilados y no formados ni educados, tienen la tendencia a mostrar lo peor de ellos mismos.
Pon un departamento de RRHH competente en la empresa que conozca a cada empleado con sus potencialidades y aspectos a mejorar y veras como esta situación se reconduce con facilidad.

Saludos
Anna

4:08 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Lamentablemente sufro cada día a un "compañero tóxico" en mi trabajo. Se trata de un empleado de tipo conflictivo: critica siempre a los demás, y en particular al jefe, y no ve sus propias carencias, cuestiona todas las decisiones,
se queja continuamente... Sometido a las mismas condiciones "no ideales" que los demás, reacciona de forma nada constructiva, contribuyendo a viciar el ambiente laboral y atacando a todo el que ve matices donde él sólo ve una opción, ya que se cree en posesión de la verdad absoluta.
No creo que la dirección de RRHH pueda solucionar este tipo de situaciones. Se trata de personas "difíciles", tanto en el trabajo como fuera de él. Al menos en este caso (para este tipo de empleados tóxicos), la mejora de las condiciones laborales o de la política de RRHH, no desbloquean la situación. No sé si os sonará de algo, pero llega hasta el punto de que, cuando la empresa o el jefe adoptan una medida que él defendía, acaba criticando la "forma" o cuestionando posibles segundas intenciones.
No se trata sólo de relaciones laborales, sino de relaciones sociales en general, y la sociedad es, para bien y para mal, muy compleja.
Saludos,
Marta

7:36 p. m.  

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